Hans Wilhem, donde nos enseñan a expresar nuestro cariño y a cuidar a los animales.
Sino puedes oír, léela
Elfi y yo crecimos
juntos, jugábamos juntos en todas partes, en la casa, en la playa, en el patio
y en la calle; mis hermanos también la querían mucho aunque no se lo decían y si la regañaban por los daños que hacía.
Los años pasaron y Elfi y yo crecíamos, ella ya no jugaba
como antes, saltaban menos y dormía más. Mis padres la llevaron al veterinario,
pero no había nada que hacer: se estaba poniendo vieja. Ya casi no subía las
escaleras y yo la cargaba para que durmiera en mi cuarto, ahí le puse un
almohadón y la acomodaba, mientras yo dormía muchas veces recordaba como jugaba
con Elfi, pero una mañana desperté y vi que había muerto durante la noche. Mis
hermanos habían querido mucho a su mascota pero nunca se lo habían dicho, yo
también la quería mucho pero siempre le decía en la noche: Yo siempre te
querré. Entre todos la enterramos. Un día un amigo me ofreció un cachorro pero
no lo quise recibir, mejor le regale las cosas que tenia de Elfi. Algún día
tendré otra mascota.
Si expresamos nuestras emociones y sentimientos a los seres
cercanos cuando estos partan no nos quedará remordimientos, esto nos deja ver
Hans Wilhem en su cuento Yo siempre te querré.
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